Instagram Linkedin

¿La Ciudad quiere que te hagas pis encima?

a1000 , 4 noviembre, 2025

Faltan baños públicos en la Ciudad de Buenos Aires

¡Hola! ¿Cómo estás? Soy Emma Ferrario y te doy la bienvenida a Más allá del render, tu nueva fuente de información sobre los debates urbanos que se vienen, ejemplos de buena política pública e ideas para la Ciudad de Buenos Aires.

Una breve intro no solicitada sobre mí: nací en un pueblo de 400 habitantes pero hace 23 años me vine a estudiar y me instalé en lo que hoy llamamos “CABA”. Soy fanático de los perros y vivo pensando, estudiando y trabajando en cómo mejorar la vida en las ciudades. De ahí nació la idea de fundar y dirigir A1000 y, obviamente, este newsletter.

Esta edición arranca en Madrid, donde me invitaron la semana pasada para dar clases de liderazgo y gobierno. Como no podía ser de otra forma, estar allá me llevó a recorrer cada rincón de la ciudad viendo qué falta y qué podríamos cambiar por éstas costas.

El subte hasta la 1:30 AM fue un plus, sin dudas, como también el “Anillo Verde Ciclista” —una suerte de General Paz de bicis—, pero me quedé con algo más simple y terrenal: la necesidad básica de tener un baño cerca y encontrarlo fácilmente.

Los baños públicos de Madrid son de acero resistente y autolimpiables. Están en plazas, cerca del subte y los comercios. Y además, vienen con publicidad en sus laterales. Algo tan fácil como revestir el baño de fotos y marcas, hace que los baños se autofinancien y no le cuesten al ayuntamiento. En otras ciudades de Europa es habitual encontrar un “precio simbólico”, que no supera el €1.

Crédito: Ayuntamiento de Madrid

¿Y en Buenos Aires?

Mientras que acá se sigue postergando el tema de los baños públicos por su costo de instalación y mantenimiento, en Madrid encontraron una solución práctica: sumaron al sector privado para mejorarle la vida a la gente. Ganan todos.

Ver lo que pasa en Madrid me obligó a mirar de cerca donde estamos parados los porteños.

A fines del siglo XIX Buenos Aires fue pionera en este tema a nivel regional. En 1872 aparecieron los primeros baños públicos en plazas y avenidas, y hacia 1923 ya había baños subterráneos en parques, con duchas, vestidores, jabón y toallas. Hace 100 años había mingitorios en Avenida de Mayo y algunas esquinas de la zona.

Hoy el panorama es muy distinto, pero las ganas de hacer pis siguen estando. Según el World Public Toilet Index, en 2021 Argentina tenía sólo 2 baños cada 100 mil personas. Si hacemos zoom en la Ciudad, el año pasado apenas 31 de las 90 estaciones del subte tenían baños habilitados. Y lo más probable es que si te cruzas alguno esté clausurado.

¿Por qué importa esto? Cuando te estés haciendo pis y no tengas a donde ir vas a coincidir conmigo en que es clave. Personas mayores, familias con chicos, laburantes, turistas, todos dependen de que haya un baño cerca. Sin eso, el espacio público deja de ser tuyo.

Dado este contexto, es lógico preguntarse cómo puede ser que nadie haya hecho nada al respecto. Dejame que te diga que no somos los primeros ni únicos indignados, otros antes ya lo intentaron resolver. Te cuento cómo y porqué no funcionó.

Desde 1993 hay una ordenanza, la 46.798, que obliga a los comercios gastronómicos a permitir el uso del baño sin consumir. Casi nadie la conoce y casi nadie la respeta. Y cuando te estás haciendo pis, no tenés tiempo para discutir una ordenanza de hace más de 30 años.

Además, lo único que hace la norma es tercerizar el problema: como comerciante pagas por un servicio que es de todos y como ciudadano seguís sin tener garantizado un baño cerca. En el día a día, el baño público no puede ser un favor que te hace el mozo: es responsabilidad del Estado.

¿Cuál es el resultado de que la Ciudad no se ocupe? Comerciantes molestos, baños improvisados y veredas con olor. Vos terminás gastando plata para usar un baño, te vas antes de la plaza, y el espacio público deja de ser tuyo.

Como te dije, no somos los primeros en hablar del tema. La Ley 6107, aprobada en 2018, establece la construcción de baños en todos los parques de más de 3 hectáreas. Spoiler: no se cumple. Los que existen funcionan hasta cierta hora, muchos están clausurados, y los otros en un estado deplorable.

Hice la cuenta: según esta Ley, hay aproximadamente 20 plazas que deberían tener baño y no lo tienen. La próxima vez que salgas a pasear a tu perro, vayas a hacer deporte o a tomar unos mates, fijate si la tuya está en esa lista. Acá te dejo un mapa con la lista completa. Y si querés sumarte a la comunidad de A1000 para mapear baños clausurados o en mal estado: agregalos acá.

Una crítica (excusa) que escucho seguido es: “¿Y cómo haces para que el baño se use como baño y no como vivienda?” Una posible respuesta son los sanisettes de París: cabinas gratuitas, autolimpiables y resistentes al vandalismo, con una cerradura automática que abre la puerta a los 20 minutos de uso.

Además, en París y en Ámsterdam hay mingitorios en la calle (aunque bastante polémicos). ¿Es exhibicionismo? ¿Son útiles? ¿Las mujeres a dónde van? Les dejo la pregunta a ustedes si los bancan para CABA.

Pero si viajamos más lejos que Europa y llegamos hasta Singapur, vemos que todas las estaciones de subte, las principales terminales de colectivos, y los parques tienen baños públicos gratuitos, accesibles, y bien señalizados.

Y si viste la película Perfect Days, seguro estás pensando en los baños transparentes de Tokio, que se vuelven opacos al usarlos. Detrás de esto estuvo el Tokio Toilet Project, que juntó a 16 arquitectos para diseñar baños públicos innovadores y prácticos.

La apuesta era simple: si ofrecemos mejores baños, vamos a recibir un mejor comportamiento ciudadano. Y la práctica les dió la razón.

Todas estas ciudades ya entendieron algo básico: un buen sistema de baños mejora la vida de todos, fomenta la inclusión y proyecta una imagen de ciudad hospitalaria. No es un lujo: es infraestructura necesaria.

Si alguna vez tuviste que gastar plata para ir al baño, o saliste temprano y lo primero que sentiste fue el olor a pis, o simplemente sos un fanático de las soluciones urbanas como yo, espero tu apoyo en esta causa. Desde A1000 ya empezamos a recorrer Buenos Aires bajo una consigna:  “acá falta un baño público”. Desde Parque Lezama a Cabildo y Juramento, pasando por Plaza de Mayo, nuestro “baño” estuvo ahí. ¿Cuánto faltará para que se haga realidad y no sea una maqueta?

El baño de A1000 en Parque Lezama

Esto es todo por hoy, un gusto conocernos. Más allá del render saldrá cada cuatro semanas, los martes. Nos vemos la próxima edición que viene con más ideas para la Ciudad.

Emma Ferrario

 A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000  A1000